"Educación es lo que queda después de olvidar lo que se ha aprendido en la escuela"- Albert Einstein
Un/a profesor/a, muchos/as alumnos/as, una pizarra, mesas, sillas .... todos sentados escuchando al maestro, todos oyendo lo que ha de decir, todos callados, todos haciendo exactamente lo mismo, todos repitiendo la lección...todos deseando que acabe la clase.
Después de un año opositando para ser profesora de economía, estudiando, aprendiendo...después de ser madre y acompañar a mi hija a las aulas, después de mucho charlar con mi suegra que es profesora de educación infantil desde hace muchos años, después de ser estudiante de la escuela clásica y también de la universidad virtual, después de charlar con tantas madres amigas sobre sus preocupaciones acerca del sistema educativo,...después de viajar por varios países, y conocer diferentes formas de dar una clase, de ser profesor/a, de ser alumno/a....después de leer tantos libros acerca del tema, sobre el homeschooling, después de interesarme en una mejor educación para mis hijas,....después de pensar y pensar..... me gustaría analizar brevemente cómo el sistema educativo es capaz de mermar la voluntad, la motivación, la creatividad incluso los dones que todo niño/adolescente/adulto posee.
El sistema educativo de muchos países deja mucho que desear. Se ha quedado atrasado, se ha quedado en la época de la revolución industrial, en la época de la cadena de montaje, en la época en la que todos los niños y jóvenes son tratados como iguales, donde el arte, la música y los valores sociales pasan a un segundo plano, dando mayor importancia a la lecto-escritura, a los cálculos, a la competencia, al mundo laboral, al clásico 2+2=4 ...
La tecnología avanza, la ciencia mejora, incluso la forma de pensar de las personas evoluciona hacia un mundo más abierto, más global, mas ecológico, pero qué pasa con la educación en las aulas?.... Por qué hay tanto fracaso escolar?, por qué los niños no quieren ir al cole?, por qué la juventud se aburre en las aulas?...
La respuesta es simple, y abarca tres aspectos:
1. La educación en las aulas es anacrónica, basada en el siglo pasado. La metodología es anticuada. Actualmente un niño de 2 años es capaz de manejar un iPad con mejor destreza que sus padres, sin embargo en las clases de niños de 12 años apenas se utilizan las nuevas tecnologías, el aprendizaje se basa en la repetición de la información y no en el acceso y búsqueda de la misma, en el método lápiz y papel, en un método que lleva una mochila muy pesada a cuestas. Se les enseña a obedecer, a repetir, no se les enseña a razonar, a buscar el por qué...a buscar la solución, no se les enseña a aprender por sí solos, no se les enseña a crear, a imaginar. No se les enseña a masticar, se les enseña a tragar. Son evaluados, juzgados.... mucha gente brillante ha tirado la toalla, ha abandonado porque han sido evaluados negativamente, porque les han dicho que "no sirven", mermando su autoestima.
2. No es personalizada. Todos los alumnos hacen lo mismo, con un horario fijado, unos objetivos muy marcados para todos por igual. No se estimula en absoluto la creatividad ni la autonomía del niño. No está basada en el interés propio de cada niño/joven. No se les permite tener la libertad de escoger qué desean aprender dentro de un marco regulador. Porque cada persona es un mundo, y vale para diferentes cosas que sus compañeros del aula... por lo que el profesor debe ser un líder, un guía que les ayude, que les acompañe en el camino de su propio aprendizaje, motivándoles en aquello en que cada uno de sus alumnos hace mejor. El guía, (me gusta más llamarle así) debe observar a cada uno de sus alumnos como un diamante en bruto, pero ha de hacerlos brillar a cada uno de forma distinta. Porque todos, absolutamente todas las personas están dotadas con grandes dones. Lo que debe enseñarles es que "Aprendan a aprender".
Y es que ésta es la base para tener en un futuro una sociedad realmente independiente. Jóvenes que saben lo que quieren , que deciden sin dudar, que nadie les dice qué es lo que tienen que estudiar, que tienen una vida plena porque hacen lo que les gusta, lo que se les da mejor.
Según Ken Robinson: "La educación está reprimiendo los talentos y habilidades de muchos estudiantes; y está matando su motivación para aprender".
Actualmente, la única motivación que se tiene es terminar pronto el calvario para encontrar algún día un puesto de trabajo decente para poder comer, o para acabar apuntado en la cola del paro.
3. El respeto como base. Para que esto cambie, se debe hacer desde abajo. Desde las guarderías.
No estoy a favor de la escolarización temprana. Un niño tiene que JUGAR. Ya tendrá tiempo suficiente y ganas (sin duda alguna) de aprender, de escribir, de leer, de conocer el espacio sideral, los átomos, las especies marinas, a multiplicar ... Si los padres trabajan y el niño debe ser cuidado por otras personas, se les debe permitir hasta los 6 años de edad tener juego libre en al menos un 70% del tiempo que están en el aula. Por su puesto con materiales que les ayuden como he dicho antes a aprender por sí solos, materiales lúdicos que fomenten el respeto a la naturaleza, aprender a convivir con las demás personas, a cuidar las pertenencias, a desarrollar el aprendizaje por medio de lo que mejor sabe hacer un niño: crear, imaginar. Si fustigamos a los niños con obligaciones desde pequeños, no tardarán en aborrecer el colegio, la universidad y todo lo que "obligaciones" en esta vida conlleve.
En países más avanzados en este aspecto, los niños no van al colegio hasta al menos los 4 años y solo lo hacen como mucho 4 horas al día. En caso de ir a la guardería sólo juegan, no hay fichas, no hay obligaciones. El respeto por el alumno es la clave. Jamás un profesor obliga a un niño a hacer nada, no se les trata como una cadena de montaje. Se dispone de un material y los niños juegan a sus anchas, aprenden jugando. Se les fomenta el deporte desde pequeños, los paseos al aire libre y en contacto con la naturaleza. Se les inculca el amor al arte, las ciencia, y a la música.
En países más avanzados en este aspecto, los niños no van al colegio hasta al menos los 4 años y solo lo hacen como mucho 4 horas al día. En caso de ir a la guardería sólo juegan, no hay fichas, no hay obligaciones. El respeto por el alumno es la clave. Jamás un profesor obliga a un niño a hacer nada, no se les trata como una cadena de montaje. Se dispone de un material y los niños juegan a sus anchas, aprenden jugando. Se les fomenta el deporte desde pequeños, los paseos al aire libre y en contacto con la naturaleza. Se les inculca el amor al arte, las ciencia, y a la música.
El niño/a desde pequeño aprende a respetar porque se le respeta. Encuentra en el colegio un lugar divertido, donde comparte con otros niños y aprende cosas nuevas jugando. Una vez el niño crece (alrededor de los 6-7 años) comienza la etapa de la lecto-escritura, y el aprendizaje numérico, sin olvidar por supuesto, la música y el arte...
En este video de Ken Robinson explica muy bien cómo podemos educar a los niños en la cultura y a la vez formar parte del proceso actual de la globalización:
Un paradigma que vengo poniendo mucho interés. En serio le digo que me sirve mucho. Este 2014, iré más por esa ruta de aprendizaje. Saludos.
ResponderEliminarAtte.
Mg. Miguel Núñez.