No le duermas en brazos, que aprenda a dormir solo, en su habitación, en su cuna...no sea que se mal acostumbre....
Las buenas costumbres...ya sabes... pedir permiso antes de hablar, recoger tus cosas después de jugar, saber escuchar, comer con la boca cerrada, saber esperar tu turno, ...en fin ... respeto por todo aquello que nos rodea...y yo me pregunto....qué tiene que ver eso con dormir acompañado?...
Es curioso... todo o casi todo en esta vida es bueno o malo, según cómo se mire...según quién lo mire, y según en dónde se mire.
No todo el mundo opina que dormir con el bebe sea bueno, ni tampoco que sea malo. Fuera de las medidas mínimas de seguridad que hay que tener en cuenta al dormir con tu bebe...en ciertas culturas, dejar al bebe solo en su habitación se considera incluso una brutalidad.
Un ser indefenso, que apenas se mueve, que depende 100% de su madre/padre, que no puede hablar, más sólo llorar para expresar lo que siente. Cuando aún ni siquiera ha echado a andar...se le deja en otra habitación durmiendo solo, con su cuna moderna, toda equipada, lucecita nocturna y cámara/intercomunicador a ser posible digital para poder escucharle en todo momento día y noche mientras el bebe "aprende" a dormir solo, bien solo.
Yo siempre observo la naturaleza. Me encanta. Aprendo mucho cada día observando como la madre tierra nos enseña lo que hacen los mamíferos. Una gata al tener sus cachorros, les da calor, leche y cobijo, como cual gallina a sus polluelos acurrucados en el nido...todo el rato... la gata les da leche siempre que los gatitos lloran, siempre pegadita a ellos, ..y es así y sólo así como los gatitos se duermen, como sobreviven a depredadores....y si la mamá no está, se acurrucan entre ellos...pero nunca verás un gatito que no camina aún, ni que es capaz de alimentarse por sí solo, durmiendo aislado de la madre o de sus hermanos.
Qué pasa entonces con la cultura occidental?...Por qué tanta prisa?...cuál es el apuro?
Quién dice que mi bebe con 2, 3, 6 ó X meses (o años) tenga que irse a otra habitación lejos de mí...para complicarme la vida cada noche, levantarme zombie por los pasillos cada dos horas o menos porque no para de llorar, o porque se ha levantado asustado, o porque tiene pesadillas...o porque está enfermo....o por cualquier causa....quién lo dice?.... la sociedad?....por qué debo hacerlo si mi ser me pide quedarme vigilante y atenta y muy cerca de esa criatura que abarca mi ser ahora mismo...
En culturas como en Japón, el colecho (dormir con el bebé) es lo habitual. De hecho duermen con los hijos hasta los 5 años y cuando pasan a otra habitación duermen con los abuelos. Digamos que nadie duerme solo. En países asiáticos ni conocen lo que en occidente llamamos "muerte súbita del lactante". En culturas indígenas se dice que las madres tienen más y mejor leche...y es costumbre dormir con los hijos. En países nórdicos es incluso norma, (¿nunca os habeis fijado en los anuncios de camas de Ikea con toda la familia durmiéndo junta o en edredones nórdicos con la misma situación???), y más cerca: en Escocia más del 50% de las madres practican el colecho.
Cuando los hijos crecen y se sienten independientes, ellos serán los que querrán dormir solos, y es que es lógico. NADIE pide lo que no necesita. Dudo mucho que un adolescente quiera dormir en medio de sus padres..preferirá dormir solo....o más bien acompañado, jeje, pero no precisamente de sus padres :)
Porque nacemos para vivir en familia, para vivir en tribu, para dormir acompañados. Incluso tu mascota quiere dormir contigo...a nadie le gusta dormir solo.
Sabías que ahora mismo casi el 80% de los niños está durmiendo con sus padres?... Si!, tema tabú que en esta cultura tan "del que dirán" nadie cuenta... nadie habla....que levante la mano quién esté libre "de pecado".
El ser humano viene programado desde que nace para proteger la especie. La obsesión del mundo occidental por comprar cámaras para vigilar al bebe nace del instinto protector materno que nos indica que realmente el bebe no debe estar solo, sin embargo, una vez más dejamos que aquello que nos dice la sociedad invada nuestra intimidad y muchas veces que nos complique la existencia.
Cada familia es un mundo y cada bebe también. Cuando tienes tu primer hijo compras una mega cuna con mueble cambiador, colcha, colchón de látex antireflujo, cámara digital, móvil de cuna....cuando te das cuenta que con todo y ello tu bebe no para de llorar y que cuando duerme contigo la cuna estorba...con el segundo hijo ya es que se va directo al trastero.
Nada ha de ser blanco o negro... pero una madre que no ha dormido bien y que se levanta como si una aplanadora le hubiese pasado por encima cada noche a largo plazo no puede ser algo bueno ni para ella ni para sus hijos. Las personas necesitamos descansar, y cada familia ha de buscar su propia solución sin importar el que dirán, ni lo que piense el hijo del vecino, porque al final, NADIE vendrá por la madrugada a darle el pecho o el biberón a tu bebe, ni a consolarle cuando no puedas dormir...NADIE.
Si bien es cierto que los bebes se acaban acostumbrando a lo que hay...un bebe que no es consolado de inmediato, tiende a desvelarse y hacer la noche eterna...pero cuando duermes con tu bebe cerquita (en la misma cama o en una cama sidecar, o al menos con la cuna al lado)...tanto el bebe como la madre están mas tranquilos y acaban durmiendo mejor. Además de satisfacer sus necesidades, favoreces la lactancia materna y duermes mejor.
Cuando una madre trabaja fuera del hogar y pasa muchas horas fuera sin ver a su hijo/a, el colecho puede significar un punto de encuentro y de conciliación familiar, una forma de mostrar nuestro amor a nuestros hijos, una forma en la que sientan, que estás ahí, muy muy cerca.
Acostumbremos a nuestros hijos a la vida normal que queremos que tengan, a dormir acompañados, es lo sano, es lo natural. Los niños no saben que no corren peligro. Venimos programados para protegernos de depredadores, o de cualquier peligro, es por ello que no quieren dormir solos, es por ello que los bebes lloran.
El pediatra Carlos González lo explica muy bien, como siempre con un toque de humor:
1.- Lo biológicamente normal en nuestra especie, lo que ocurría antes de que las distintas culturas impusieran distintas normas, probablemente era que los niños dormían con su madre hasta los 10 o 12 años, y puede que más. Me baso en que los chimpancés duermen con su madre hasta los 5 (y tienen la pubertad a los 7), y en que no logro imaginarme a un niño de menos de 10 años durmiendo sólo y desnudo en el suelo, bajo las estrellas, y sobreviviendo.
2.- Vestidos, en una cuna, en una habitación, bajo un techo, evidentemente los niños sí que pueden dormir solos y sobrevivir. El problema es que ellos no lo saben.3.- Hacia los 3 o 4 años, los niños empiezan a comprender que, en efecto, no corren ningún peligro durmiendo solos. Si los padres quieren que duerman solos, y se lo dicen con gracia, pueden convencerlos. Digo por experiencia que preferirían dormir acompañados hasta los 10 o 12, porque más o menos hasta esa edad quieren que les hagas mimitos, que les vayas a arropar, o intentan venir a tu cama ocasionalmente, o aparecen de visita el domingo por la mañana... Los de 15, en cambio, creo que no permitirían tales cosas ni pidiéndoselas por favor.Creo que muchos niños que han dormido con su madre desde el principio, hacia los 3 o 4 se sienten lo bastante seguros para dormir solos sin quejarse mucho.4.- Este es el punto más polémico, pero también lo creo: pienso que aquellos niños que desde el nacimiento han dormido solos se sienten más inseguros, y que su evolución es precisamente la contraria. Un niño de un año que jamás ha dormido con su madre es incapaz siquiera de imaginar que eso es posible. Nota que le falta algo, pero no sabe el qué. Por eso los libros clásicos de pediatría y puericultura (como el Spock o el mismísimo Nelson) insisten en que «ni una sola noche los admitas en tu cama, porque se acostumbrarán y querrán volver cada noche». ¡Es como descubrir un nuevo mundo de posibilidades! Pero, si no lo ha descubierto antes, hacia los 3 o 4 años probablemente llega a imaginarlo, o a enterarse de alguna manera, y al mismo tiempo tiene más capacidad física para hablar, desplazarse y en definitiva imponer su voluntad. Así que es entonces cuando por fin consigue ir a dormir con sus padres, y luego tardará más en llegar a dormir solo, precisamente porque, al haberle faltado el colecho al principio, se sentirá más inseguro.Desde luego, no es que yo recomiende sacar al niño de la cama a los 3 o 4 años. Como tampoco recomiendo meterlo. Cada familia hará lo que crean conveniente. Lo que quiero es explicar, a aquellas familias que ya lo han metido en su cama (o están pensando hacerlo) que no están haciendo nada malo, que tienen perfecto derecho a seguir así. A quienes preferirían sacar al niño lo antes posible, puedo explicarles que, probablemente, hacia los 3 o 4 años lo conseguirán. Si alguien no ve motivo para sacarlo, y prefiere esperar a que el niño se vaya de puro aburrimiento, también me parece perfecto. Estoy seguro de que todos los niños se irían, tarde o temprano (de esto sí que tengo bibiografía, porque está escrito: «por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne». Eso lo dijo uno que sabía más que Freud, así que no creo que lo discuta nadie :-) Lo de sacar a alguien de la cama, evidentemente era en broma. Nosotros hemos estado la mar de bien tres en la cama, y nadie se tuvo que ir. Lo que pretendo señalar con mi broma es que nuestra sociedad ve perfectamente normal que un adulto de 30 años necesite compañía para dormir, pero no admite que un niño necesite lo mismo. Tanto que los que hablamos de que se vaya el padre lo decimos en broma... pero algunos dicen que se vaya el niño, ¡y lo dicen en serio! Mi mujer me dejó entrar en su cama hace casi 22 años, y todavía no me ha sacado, por lo que le estoy muy agradecido.Por cierto, creo que las necesidades del bebé, la mamá y el papá no son necesariamente incompatibles. Me consta que muchos padres disfrutamos enormemente de esos años en que tenemos niños en la cama. Es algo que más adelante se echa de menos."
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